Historia de la Semana Santa de Zaragoza


Los orígenes de la Semana Santa zaragozana se vinculan a dos entidades religiosas zaragozanas. Por un lado la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, que siempre estuvo ligada al fomento de la devoción por los misterios de la pasión de Cristo. Ya por el siglo XVIII organizaban tres procesiones: la del Encuentro (Martes Santo), la del Santo Entierro (Viernes Santo), y la de la Resurrección (Domingo de Resurrección). Estuvieron asentados en el antiguo Convento de San Francisco (parte de la actual Diputación Provincial de Zaragoza). Sin embargo, cesaron su actividad a partir del segundo Sitio de Zaragoza, allá por el 1808, en el cual también se destruyó el convento. Con él se perdieron todos sus bienes, muchos de los pasos, y todo lo escrito acerca de la historia de la Semana Santa en Zaragoza. 

Por otro lado, está la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia, más conocida como la Sangre de Cristo. Se estima que en el siglo XIII ya veneraba a un Cristo en la capilla del Convento de San Agustín. Se trata del mismo Cristo que sale cada Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro. Conocido como el Cristo de la Cama, único paso que se salvó de su destrucción en el Convento de San Francisco, cuando una mujer consiguió dar la alerta y rescatar la imagen del interior. Hoy en día aún presenta secuelas, como marcas de balas.